Situación actual Covid-19
A pesar de los avances tecnológicos que han permitido el desarrollo de vacunas en tiempo récord,el Covid-19 sigue causando estragos en muchos países.
Las redes sociales, convertidas en medios de comunicación cuyas regulaciones y principios éticos son los que sus dueños y accionistas establecen, nos bombardean segundo a segundo con informaciones falsas, medias verdades, opiniones diversas lo cual confunde aún más a las personas.
Percibo que se han creado tres grupos de opinión respecto a la vacuna:
1) Los que creen ciegamente en su efectividad-seguridad.
2) Los que no le dan ningún crédito, juran que no se la pondrán y hasta la combaten.
3) Los que están en medio de ambas tendencias, esperando prudentemente y mirando cómo se desarrolla el proceso de vacunación y sobretodo, si como dicen los del segundo grupo tendrá efectos secundarios. Allí me encuentro yo.
No niego nada, tampoco afirmo nada. Prefiero esperar. No soy de los que cree que Estados Unidos ni Alemania, por citar sólo a dos países desarrollados, van a poner en riesgo a su población entera para complacer los delirios de dominación de un grupo de millonarios que ya no sabe qué hacer con su dinero y su poder.
Las campañas de desinformación encuentran eco en las redes como hemos dicho arriba y apenas publican un video donde un supuesto doctor inmunólogo afirma las bondades de la vacuna, se “viraliza” un vídeo donde otro doctor ex empleado de un laboratorio fabricante de medicinas dice todo lo contrario: Que el daño es inminente, que sufriremos deformaciones en el ADN, además de otros terribles efectos secundarios.
Hasta donde puedo ver no han logrado disminuir la confianza en la efectividad de las vacunas que se están ofreciendo. Y el rechazo de una de ellas tal parece que ha sido más un problema de “mala reputación provocada” que por los efectos nocivos de su producto.
Tanto es así que en países como Venezuela que ya tiene más de veinte años sometida a una tiranía donde quien detenta el poder niega el acceso a la vacuna a la población pero se vacuna él y su familia frente a las cámaras de TV, se están gestando movimientos de protesta para exigir vacunación masiva en el país.
Como fuere, la crisis crisis mundial económica, social y política provocada por la aparición del virus chino hace poco más de un año sigue vigente Y la búsqueda de solución ha tenido avances y retrocesos a lo largo del proceso.
En los Estados Unidos se han ido reactivando algunas industrias y actividades comerciales (otras nunca se detuvieron) y ya se nota algún movimiento en las actividades culturales y de entretenimiento que permite ver que la vacunación masiva que ha propuesto el gobierno federal y los gobiernos locales está devolviendo algo de confianza a la gente.
Mientras tanto creo que hay que tomar todas las medidas que al menos intenten disminuir el riesgo de contagio como el uso del tapaboca, la higiene y evitar sitios con demasiada gente. Como hemos visto esas medidas no garantizan inmunidad pero al menos cumplimos con nuestra responsabilidad de cuidarnos.
Esperemos que los laboratorios encargados del diseño, desarrollo y fabricación de las vacunas cumplan con ética y correctamente su labor y que volvamos a creer que son parte primordial de la solución y no generadores de más problemas de salud en los seres humanos.
Eso espero.
Jorge A. Quintero.